El inicio en la cetrería: Regresar al puño

 La cetería consiste en la caza con el uso de aves rapaces, principalmente halcones, azores, o harris aunque también se llega a emplear el águila real en algunas ocasiones.

Vamos a ver cómo se entrena a estos animales para volar libremente y "volver al puño" (en referencia a regresar a la mano del cetrero).

Imagen personal. NO USAR SIN PERMISO.


En primer lugar la situación inicial del ave puede variar mucho dependiendo de si ha sido criado a mano o por sus padres, si es salvaje o nacido en cautiverio, etc. Pero puesto que me voy a centrar en el entrenamiento para el vuelo y caza, imaginemos una rapaz adulta que ya tiene las pihuelas puestas y se encuentra en su percha o instalación pero nunca ha sido introducida al ser humano, más allá de ver que le tiran comida cerca a diario.

Al igual que las personas, cada animal es un mundo y por lo tanto a la hora de trabajar con ellos es importante conocer la personalidad de cada individuo. Imaginemos que la rapaz a la que queremos entrenar es un ratonero de Harris al que vamos a llamar "Bravo":

- Comencemos por pasar todo el tiempo posible junto a Bravo, especialmente a la hora de la comida, así asociará nuestra presencia al alimento. Es recomendable introducir algún sonido al alimentarle (por ejemplo un silbato) ya que en el futuro podremos emplear este sonido para llamarlo de vuelta. 

- A la hora de trabajar con aves rapaces empleamos guantes de cuero para proteger nuestra manos y brazos de sus fuertes garras. Nuestro ratonero no conoce el guante y se asustará si se lo acercamos por lo que debemos empezar a colocarlo junto a él todos los días (podemos dejarlo en el suelo junto a su percha o zona de comida). Al cabo de unos días deberíamos comenzar a colocar la comida encima del guante de tal forma que necesite tocarlo ya sea con el pico o con las garras para poder alcanzar el alimento.

- Una vez Bravo acepta la presencia del guante y se muestra cómodo aunque nos coloquemos muy cerca de él, podemos comenzar a acercarnos con el guante ya cubriendo nuestra mano y su comida en él. Es importante tener paciencia y en algún punto veremos que Bravo trata de comer directamente de nuestra mano cubierta por el guante, no olvides hacer sonar el silbato cada vez que consume el alimento que le estamos dando desde el guante... ahora es cuestión de poco a poco alejar el guante de su cara hasta que llegue un punto en el que nos sea capaz de alcanzar la comida y necesite subirse al guante o incluso saltar.

- Ya hemos conseguido que Bravo venga al puño a muy corta distancia, llega el momento de atar una cuerda larga a sus pihuelas (para evitar que se pierda si de pronto sale volando) y comenzar a aumentar la distancia a la que le pedimos que vuele hasta nosotros e incluso comenzar a variar el área en el que realizamos el entrenamiento.

- Al cabo de un tiempo, llega el momento de quitar la cuerda y finalmente tenemos a un ratonero que no importa dónde esté, va a regresar al puño cada vez que hacemos sonar ese silbato que comenzamos a emplear al inicio de todo.


Estos son unos pequeños y muy básicos pasos de cara al entrenamiento de rapaces. Hay otras muchas cosas importantes a tener en cuenta como el tipo de dieta, el peso óptimo para volar o el tipo de instalaciones en las que se debe mantener al ave. Escribiré sobre todos estos temas en futuras entradas.

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